Llevo varios meses obsesionado con el café.
Eso hace que haya probado más de 7 empresas diferentes en España y que aún me queden muchas más por probar.
Estoy tan tan tan dentro que miro cosas como el tiempo que pasa entre que tuestan el grano y lo recibo.
También he comprado un kit inicial que incluye:
un espumador, una mini jarra, una báscula con temporizador, vasos de cristal y tazas tan, pero tan cuquis, que nunca las guardo en el cajón.
Preparar el café por la mañana me lleva unos 10-15 minutos.
Después dedico varios minutos más a pegar la chapa con los sabores, aromas y texturas de la remesa recién preparada.
En el momento en el que escribo esto, he prospectado a 15 empresas del sector, pero tengo un documento con muchas más.
¿Por qué?
Por dos razones:
La primera es porque quiero ganar más dinero jajajaj (risa del sr. Burns aquí).
La segunda es porque me gusta tanto, pero tanto el café, que me encantaría aprender cómo funciona todo desde dentro.
Esta pequeña tara (que quizás estás leyendo con un pulgar en el botón de desucribirse), hace que siempre que pueda vea algún vídeo en YouTube sobre café de especialito.
¿Lo hago todos los días?
No, no puedo.
No es tan fácil encontrar un buen vídeo, además añade los anuncios, la falta de buen contenido (al menos en español), encontrar a alguien que además de informarte te entretenga, sacar tiempo para vídeos largos…
En fin, que no es tan fácil.
Por eso mismo daría lo que fuera porque alguien tuviera una newsletter que me diera consejos rápidos y al pie (si conoces alguna, soy todo orejas).
Que hiciera lo que estoy haciendo ahora contigo, pero con el café.
Y esto, querido lector (o lectora), no es solo cosa mía.
De los 49 millones de habitantes que hay en España, hay miles de personas que quieren aprender sobre lo mismo que yo.
Y en esos mismos 49 millones, también encontrarás otros miles que quieren profundizar sobre… sobre…
¡¡¡Cualquier otra cosa!!!
Cuando nos da por algo, estamos dispuestos a leer con frecuencia sobre ese algo, siempre que no sean contenidos que te intentan meter promociones y ofertas por los ojos.
¿Cuál es tu hobbie? ¿Qué te gusta? ¿El fútbol? ¿El emprendimiento? ¿La costura?
Sea lo que sea, es probable que leyeras emails sobre ello si contuvieran lo que yo llamo la triada ganadora:
Contenido de valor + entretenimiento + toque personal = suscriptores fieles y contentos.
Puedes no creerme, claro.
Pero si piensas que tu negocio no valdría para esto, entonces deberías de replantarte tu negocio.
No digo que tus potenciales suscriptores vayan a ser toda EspaÑa y Latinoamérica.
Pero si realmente no crees que unos pocos estarían dispuestos a aprender más sobre lo que vendes, es mejor que dejes de venderlo.
Para los que piensen, al igual que yo, que siempre hay un roto para un descosío, y que en 49 millones de personas es casi imposible que no haya miles de rotos dispuestos a escucharte, ve aquí:
Copywriting radical