Qué precio poner a nuestro servicio (y por qué)

Esta pregunta ha rondado la cabeza de las personas desde los albores del emprendimiento.

Todos, absolutamente todos, nos hemos planteado qué pinche precio debemos poner a nuestro servicio.

Tanto al inicio como cuando acumulamos canosos.

¿Con qué velocidad los subo?

¿Y si me paso de vueltas?

¿Y si me quedo corto?

 

(Dudas que dentro de lo que cabe ya van en buena dirección. Porque la contraria es bajarlos… y el infierno no tiene fondo).

 

Pues bien.

Aquí y ahora te voy a revelar la estrategia que utilizo yo.

Una estrategia que me ha permitido en solo dos años pasar de enfermero a persona que trabaja como un enfermo.

Peeeeeeero desde su casa.

Que ahorra dinero todos los meses y que puede irse de fin de semana sin que se derrumbe su humilde negocio.

(Partiendo de que cuando empecé confundía SEO con CEO, es un gran avance jajaja)

 

Verás, desde el primer momento supe que NO debía fijarlos según:

Mis años de experiencia.

Mi número de clientes previos.

Lo que pidiera mi competencia.

Eso estaba forbidden para mí.

 

Así que lo que hice fue esto otro:

Los fijé según lo que era capaz de defender.

Al principio, como no sabía si mi primera página de ventas funcionaría, cobré una miseria.

Lo mismo con los emails.

No sabía si mi primera secuencia de bienvenida traería dinero o sueño. Así que cobré dos miserias.

 

Sin embargo, en cuanto empecé a ver que la gente que llegaba sí compraba…

Que mi cliente pagaba mis servicios en apenas unos días…

Y que el único que no parecía enterarse de la fiesta era yo…

Joder, ahí empecé a cobrar más.

Y a más vendían ellos, más cobraba yo.

¿Por qué?

Porque sabía que lo que pagaba la otra persona estaba más que justificado.

 

¿Ahora cobro 6k por web?

No, hombre, no.

Te hago ganar dinero con ella, pero no soy Gary Bencivenga.

Se trata de mantener la coherencia entre lo que ofreces y lo que entregas.

Y eso solo lo sabes tú.

Yo sé lo que cobro yo.

Y lo sé tan bien porque cuando tengo dudas leo lo que he puesto aquí:

Copywriting radical.

 

Abrazos,

Jesús, Copy de bata blanca

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Jesús Bahamonde Copywriter de bata blanca