Si estás pensando en cambiar los textos de tu negocio, este email va a ser lo más excitante que leerás hoy.
Porque te voy a contar aquí y ahora cómo diferenciar a un copywriter de Champions de uno de segunda B.
Verás.
Si tras leer alguno de sus emails, su página de ventas o lo que diablos escriba…
– Te entran ganas de comprar.
– Te agitas en la silla.
– O te pasas un rato dando una (o varias) vueltas a lo que acabas de leer.
Probablemente estés ante uno de los buenos.
Si no te pasa nada de lo de arriba pero te gusta lo que lees, entonces estarás ante uno regulero.
¿Cómo?
Así es.
Si al leerlo solo te gusta cómo escribe, quizás sea bueno para redactar artículos de blog o novelas detectivescas, pero no para vender.
¿Y qué pasa si no me genera nada (literalmente nada) y encima no me gusta lo que escribe?
Pues que tendrás que correr sin mirar atrás.
¿Has visto que sencillo?
Te cuento todo esto porque hace unas semanas alguien me pidió referencias de mi trabajo.
Y le dije que la mayor referencia que podía tener era apuntarse aquí.
Si al leer mis emails o página de ventas lo único que te entran ganas es de ir a por una taza de café, probablemente debas darte de baja.
(Y yo empezar a espabilar).
Pero si sientes algo: alegría, curiosidad, tristeza, rabia, esperanza, inspiración o familiaridad…
Entonces quizás te interese generar lo mismo con tu negocio.
Y la única forma de hacer eso es pasando por aquí:
Copywriting radical