Gran inversión para 2025 (no es BTC)

Antes era enfermero, ahora no.

Antes me levantaba a las siete de la mañana, ahora a las ocho.

Antes pedaleaba media hora hasta un curro al que no quería entrar, ahora doy un paseo rápido porque tengo ganas de empezar.

Antes pasaba días sin ver a mi amada, ahora la veo cada jornada (quería que rimara, ¿vale?).


Antes me tenía que poner de acuerdo con 12 personas para pillar vacaciones, ahora solo tengo que preguntarle a ella.

Antes trabajaba 7 horas al día y me parecían muchas, ahora trabajo 10 y me parecen pocas.

Antes tenía el síndrome del domingo por la tarde, ahora solo sé que es domingo porque me cierran el súper.


¿Cómo he conseguido esto en poco más de dos años? ¿Por qué soy muy listo? ¿Por qué tengo una habilidad extraña? ¿Por qué tengo un secreto que solo yo conozco y te voy a contar porque soy así de majo?

Nada de eso.


La verdad es esta: tuve la fóquin suerte de aprender cómo venderme.

En lugar de hacer un producto y después aprender cómo encasquetarlo, lo hice al revés. 

Sin querer.

Ahora, con perspectiva, me doy cuenta que es lo mejor que me pudo pasar, porque lance lo que lance en el futuro sé cómo hacerlo valioso a ojos de los demás.


Por eso siempre te recomendaré que profundices en esto. En cómo vender por escrito.

Creo, sin duda, que puede ser una gran inversión para tu 2025.


Ahora bien, tampoco te quiero engañar.

Aprender copy es un poco como las instrucciones de Ikea: sobre el papel parece fácil, pero luego te sobran tornillos y tu silla cojea.

¿Puedes aprenderlo por tu cuenta?

Poooooor supuesto, faltaría más.

Yo soy el vivo reflejo de que no necesitas un CI por encima de la media o estudiar marketing / periodismo para aplicarlo (bien).

Pero si no tienes tiempo y sí dinero, pues lo mismo prefieres escoger el camino más rápido:

Copywriting radical

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Jesús Bahamonde Copywriter de bata blanca